Hablar con empresarios siempre resulta interesante y aleccionador. También para los economistas. Hablar con un empresario destacado, como es el director general de Covestro (la antigua división química de Bayer), Andrea Firenze, es el que hizo el Aiats Agustí a VÍA Emprendida este pasado 16 de febrero. Permitidme que haga algunas reflexiones a raíz de las sugerentes respuestas de Firenze a la entrevista:
1.- Cómo acertadamente remarcaba el titular de la entrevista, "No tener Corredor Mediterráneo nos cuesta tiempos, millones y competitividad". A los catalanes y valencianos nos resulta tan obvio que ya no sabemos que más decir para hacerlo evidente. Probablemente no se trata tanto de una mala lectura por parte del Estado de las consecuencias económicas de la carencia de Corredor –y entonces no hace nada repetir o renovar argumentos- sino de una decisión política sostenida o escondida detrás una incompetencia de gestión. Los catalanes cada vez tenemos más claro qué significa no tanto tener un Estado que no nos ayuda, sino que nos va en contra. Los valencianos empiezan ahora a darse cuenta y, más temprano que tarde, acabarán llegando a las mismas conclusiones políticas que nosotros.
2.- El otro elemento que resta competitividad a la empresa es el coste de la energía. A estas alturas quizás nos lo pensaríamos más a la hora de promover un gran complejo de industrias químicas altamente intensivas en energía. Pero estas están y no nos podemos permitir el lujo que marchen por unos precios energéticos hinchados artificialmente por el oligopolio de oferta existente. Tenemos que recordar que Cataluña produce gran parte de la energía a partir de centrales nucleares, que es que genera a menor coste económico (los otros dejémoslos aparcados por ahora). Si la oferta catalana de electricidad se basara en los costes medianos de la electricidad generada al país, su precio sería sustancialmente más bajo porque el conjunto del Estado tiene una estructura de costes más elevada. Es más, el acuerdo que el PNB arrancó en el Gobierno popular para abaratar el precio de la electricidad a sus grandes industrias demuestra que, incluso con la actual estructura de costes españoles, el precio de la electricidad puede ser más barato.
3.- El director general de Covestro nos explica que necesitan afilar el ingenio para ser más competitivos y así compensar los sobrecostos de transporte y de energía, que oscilan entre el 30 y el 40% respecto a Francia y Alemania. Parece que se están saliente –y a la entrevista explica como- y que han conseguido revertir la intención inicial de cerrar la planta con innovaciones para ahorrar energía, reducir costes de transporte y con las inversiones para hacerlo posible. En este caso, la empresa entronca con la tradición empresarial catalana. En un contexto adverso, sin primeras materias y sin grandes fuentes de energía, la innovación y la tenacidad consiguieron un desarrollo industrial adalid en el contexto europeo. Y así continuamos.
"Es sintomático que la inmensa mayoría de las multinacionales establecidas en Cataluña hayan restado firmes ante la presión para trasladar la sede"
4.- En el punto anterior hablábamos de la tenacidad. Y otro golpe el factor humano es decisivo en el devenir de las empresas y de la economía. Cómo tantos otros casos conocidos –desde HP a SEAT- el director, los sindicatos y el equipo humano de la filial catalana han sido decisivos para cambiar las intenciones iniciales de la matriz de abandonar el país. Y lo han hecho en base de innovación y de perseverancia. Dos virtudes colectivas del país que entroncan con la tradición empresarial catalana y que añaden catalanidad efectiva a estas filiales multinacionales.
5.- Una catalanidad efectiva, para acabar, que se traduce en la decisión de mantener la sede social y la sede fiscal en Cataluña, a pesar de las presiones y los cantos de sirena que todos conocemos. Es sintomático que la inmensa mayoría de las multinacionales establecidas en Cataluña hayan restado firmes ante la presión para trasladar la sede. En este caso, la decisión se tomó aquí y remarca el compromiso de la empresa con el país y la sociedad que lo acoge.
En justa correspondencia con estos niveles de innovación, de tenacidad y de compromiso de Covestro y de tantas y tantas empresas –multinacionales o locales- la sociedad y las instituciones catalanas tendremos que continuar esforzándonos al máximo para superar las amenazas que injustamente se los detreuen competitividad y futuro. Que es el mismo que decir que nos detreuen competitividad y futuro a todo nosotros.