Estos días se están produciendo una serie de movimientos
en cadena al mercado energético y bancario. Hace sólo unas semanas,
Jordi Vado aconteció presidente de Caixabank debido a la nueva regulación del supervisor bancario europeo.
Este martes hemos conocido que
Isidre Fainé será el próximo presidente de Gas Natural. El movimiento se enmarca en una
operación a tres bandas entre Repsol, La Caixa (Criteria)
y el fondo de inversión Global Infraestructure Partners (GIP).
La Caixa y Repsol tenían un acuerdo parasocial en que la petrolera nombraba el consejo delegado y el banco el presidente. Este acuerdo
salta ahora por los aires con el nombramiento de Fainé y la instauración de dos vicepresidencias, una por Repsol y otra por GIP, motivado por la compra de un paquete accionarial, anunciado este martes, del fondo de inversión a Repsol y Caixabank.
La operación es relevante por dos motivos. El primero, porque
permite a La Caixa mejorar ostensiblemente su capital regulatorio CET1, muy ajustado y motivo de cierta preocupación a raíz de los recientes Stress Tests realizados por
elEuropean Banking Authority (EBA). El segundo, porque sugiere quehabrá una
inyección de fondo en un futuro cercano, el que implica un paquete inversor importando de la gasística o bien una inyección de capital.
La Caixa (a través de Criteria) y Repsol
continuarán siendo los principales accionistas de Gas Natural después de la operación, con un 24% y un 20% respectivamente.