El Instituto Valencià de Investigaciones Económicas continúa con su ciclo de debates Crisis y Catarsis: lecciones del Covid-19. En colaboración con la Fundación Ernest Lluch y la Fundación Bancaja, las tablas redondas y charlas se ocupan de los principales retos económicos que surgen detrás de la recuperación de la crisis provocada por la pandemia.
Su última edición, alrededor de la afectación de la crisis climática sobre la economía, el director del centro Economics for Energy Xavier Labandeira y la investigadora principal del Programa de Energía y Clima del Real Instituto Elcano Lara Lázaro han aportado visiones diversas sobre la gestión climática. Los expertos, pero, han mostrado una posición común: todavía es posible evitar que la crisis climática se haga todavía más grave, pero "solo si se actúa rápidamente y contundente".
Según Labandeira, los impactos del cambio climático muestran dos tendencias: los de desarrollo lento, cómo los aumentos de temperatura global o la subida del nivel del mar, y los de desarrollo rápido, entre los que cuentan las sequías o las inundaciones, y otros acontecimientos meteorológicos extremos cómo temporales intensos. El Estado español, según Labandeira, es uno de los países más vulnerables al cambio climático.
Lázaro, por su parte, avisa que el sector turístico será de los más afectados económicamente por los efectos del cambio climático. Según la investigadora, las estimaciones globales de afectación económica de la emergencia climática "se mueven entre el 5 % y el 20 % del PIB". La experta destaca, en este sentido, la importancia de una "financiación climática internacional", en referencia a los compromisos de entrega de hasta 100.000 millones de euros adquiridos por los estados firmantes de los acuerdos de .. París
Los ponentes han compartido la necesidad de implicar agentes fuera de los gobiernos. Según han afirmado, más allá de las políticas públicas, será fundamental "la acción de las empresas y de los ciudadanos". Según Labandeira, la Unión Europea tiene que ser "un prototipo para el mundo" en su transición hacia una economía descarbonitzada y de bajas emisiones. "Podemos influir dando recursos y nuevas tecnologías y con información sobre que funciona y que no funciona en políticas ambientales", concluye.