Aunque a veces cueste, tenemos que intentar mirar el lado positivo dentro de las desgracias. Si en València el aplazamiento de las Fallas por el coronavirus fue un jarro de agua fría para los valencianos desde el punto de vista sentimental, cultural y económico, todavía hay algún sector al cual podría irle bien. Hablamos del campo. Si bien es cierto que los floristas estiman pérdidas de cinco millones de euros por la cancelación de las fiestas, también lo es que los productores agroalimentarios, que viven una crisis estructural muy fuerte, podrían recuperarse un poco gracias al incremento de la demanda de alimentos.
AVA-ASAJA: "Estamos en una campaña con mucha oferta y poca demanda"
Es demasiado pronto para tener cifras de precios e incremento de las ventas, pero cualquier que se acerco a un mercado de barrio o a un supermercado en tierras valencianas comprobará fácilmente que las frutas y hortalizas están casi agotadas. Fuentes de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) observan que a raíz de las primeras medidas de contención decretadas por los gobiernos, "se ve mucho de interés a cosechar y hacer acopio de cítricos", concretamente en las variedades tardías de naranjas y mandarinas.
Esto beneficiará inevitablemente al malparado campo valenciano porque estamos "en una campaña con mucha oferta y poca demanda. Hemos pasado muchos temporales, desde la DANA a Gloria, Marruecos tiene merma de producción, Egipto no está enviado casi nada en Europa porque lo está haciendo en China y los cítricos de Sudáfrica no están ahora". A todo esto se une una "demanda más grande de la habitual en Europa" y en el Estado español porque "la naranja es la primera fruta que se toma ante los constipados y gripes" por la vitamina C. "Además, con la psicosis de los supermercados se están arramblando las frutas y hortalizas. Se ha animado mucho este mercado", añaden desde AVA-ASAJA. Ahora bien, matizan que en el País Valencià "queda muy poca hortaliza de invierno" y lo notarán sobre todo en Murcia y Andalucía.
Estas fuentes dicen que todavía no se puede confirmar si esta demanda subirá el precio de los productos del campo, pero confían en el hecho que "se acabará notando". Las compras masivas podrían suponer una bajada en los próximos días, pero también se tiene que tener en cuenta que muchas familias, al disponer de más tiempo, cocinarán más. Igualmente, todos los niños comerán en casa.
La Unión de Llauradors: "Se están haciendo llamadas a almacenes y cooperativas para saber si hay acopio de productos"
Más cauto, pero en la misma línea, se pronuncia el secretario general de La Unión de Llauradors, Carles Peris. Dice que a pesar de no tener "datos objetivos" todavía, después de hablar con almacenes y cooperativas, le han transmitido que han recibido "algunas llamadas" preguntando por el acopio de productos, sobre todo citrícolas, "sí que tienen en las cámaras". "Se prevé que subirán las ventas, porque hasta ahora se estaba enviando y confeccionando poco. Esperan rematar la campaña bien si sube la demanda y se puede alcanzar y trabajar medianamente bien", explica.
Miedo al cierre de las fronteras y que se alteran las negociaciones con el Gobierno
Desgraciadamente, las buenas noticias en el campo valenciano no vienen solas. Desde AVA-ASAJA matizan que "esta alegría en el campo no es total" porque tienen "miedo" a que "se cierren fronteras" y no puedan enviar todos los productos agrarios que pide Europa, que es su "mercado más fuerte". "Lo ha hecho Donald Trump con la UE", recuerda. En todo caso, defienden que "la soberanía alimentaria nos recuerda que no podemos depender al 100% de terceros países por si pasan cosas de éstas, impredecibles".
Igualmente, esta organización agraria lamenta que el coronavirus "está alterando el calendario". Por un lado, la pandemia ha llegado en un momento de movilizaciones en la calle -han tenido que cancelar muchas- con las cuales estaban abriendo informativos televisivos y portadas de mediados de comunicación estatales; por otro lado, habían conseguido empezar negociaciones con el Gobierno español, que de momento se han aplazado, y con la Conselleria de Agricultura, que no saben como evolucionará con la crisis sanitaria ocupando todas las agendas.
Carles Peris, por su parte, pone la nota negativa al hecho que los han llegado "quejas" de la comarca de València respecto a los cierres de mercados centrales en municipios pequeños. Sostiene que esto perjudicará la venta "de más proximidad", por lo cual anima a la ciudadanía a comprar productos locales que, ha recordado, "garantizan los estándares de calidad alimentaria, más necesaria que nunca en la actual situación".
Habrá que esperar, por lo tanto, para tener los datos de cómo afectará el coronavirus al campo valenciano. De momento, todo apunta que los últimos eslabones de la cadena alimentaria podrían tener, por fin, un balón de oxígeno para las cuentas de 2020.