El blockchain está de moda tanto al sector privado como al sector público. "El blockchain es un Internet distribuido y sin gigantes que lo monopolicen", asegura la presidenta de la asociación Blockchain Cataluña, Lluïsa Marsal, en una entrevista a VÍA Emprendida. De la cadena de bloques se ha hablado mucho y todavía queda mucho para hablar, desde su impacto a la economía y la industria hasta la identidad digital.
Es precisamente por eso que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con datos de la Iniciativa de Blockchain de Ilinois ha elaborado un listado de los 10 proyectos más frecuentes en las administraciones públicas. Al frente se encuentra la estrategia y la investigación, la identidad (credenciales, certificados y licencias), datos personales (sanidad, finanzas...), el desarrollo económico y los servicios financieros y la infraestructura de mercado.
A la vez, el listado también incluye el registro de propiedad, la moneda digital, los contratos inteligentes, los informes y su grado de cumplimiento o los inventarios de la cadena de valor, entre otros. Sin olvidar tampoco el sistema de voto o las auditorías.
Marsal: "Los gobiernos serán los que liderarán el cambio"
De hecho, el blockchain se puede aplicar prácticamente para todo y los gobiernos son plenamente conscientes. Tanto es así que el director de la estrategia SmartCatalonia de la Generalitat, Daniel Marco, ha anunciado este verano que la cadena de bloques ya está en marcha para promover redes de energía solar.
Del mismo modo, el Gobierno catalán ya está trabajando para incluir el blockchain dentro del tratamiento de datos para ganar seguridad y transparencia a la hora de hacer trámites administrativos, comunicarse entre administraciones u otorgar subvenciones, entre otros. Sin perder tampoco en ningún momento de vista la defensa de los ciberatacs.
"Los gobiernos serán los que liderarán el cambio", concluye Marsal.